Ortodoncia
La ortodoncia es la disciplina de la odontología que estudia el movimiento dental. El tratamiento ortodóntico es aquel que corrige la malposición dental. La ortodoncia se encarga de construir sonrisas bonitas llevando los dientes, labios, huesos maxilares a una situación armónica.
Cada vez son más las personas que se conciencian sobre la importancia de tener unos dientes en perfecto estado. El hecho de que los dientes estén alineados correctamente no solo repercutirá desde un punto de vista estético sino que tendrá también importancia en los aspectos funcionales y articulares.
En edades de crecimiento es muy fácil interactuar sobre la alineación tanto de dientes como mandíbula o maxilar. Aún así y gracias a nuevas técnicas y materiales existentes, el ortodoncista es capaz de corregir grandes defectos también en la edad adulto.
¿Podré seguir con mi vida normalmente?
Por supuesto que sí. El tratamiento de ortodoncia está planificado para poder ser tolerado por una persona adulta con una vida activa normal. Los aparatos no cambian la pronunciación porque al estar colocados en la parte exterior de los dientes no tocan la lengua. Tanto la vida personal como profesional, no se verán afectadas por este proceso.
¿Es un tratamiento doloroso?
Las fuerzas del aparato son muy suaves para conseguir el desplazamiento dental controlado. De manera que pasados los primeros días, sólo te acordarás de la Ortodoncia a la hora de cepillarte los dientes o de comer, momento en el que deberás tomar algunas precauciones:
– Alimentos apropiados para mantener la integridad de los aparatos e higiene cuidadosa para mantener la salud de los dientes y las encías.
¿Es estable el resultado?
Es importante mantener la posición de los dientes para que no vuelvan a colocarse mal, pero existen soluciones a la altura de nuestras expectativas:
1. Los aparatos removibles: -de poner y quitar- se recomendará su uso a algunos pacientes al final de tratamiento. Se utilizarán durante las horas del sueño para no interferir con la vida diaria.
2. La retención fija: va pegada a los dientes por detrás, mantendrá los dientes anteriores estables en la misma posición; no se ve ni se nota y requiere un mantenimiento mínimo.